A estas alturas todos hemos oído hablar de las casas pasivas, y quizás algunos de nosotros estamos planeando construir una. Pero que son las casas pasivas, ¿y es cierto que el futuro podría ser de ellos? Descubrámoslo juntos.
Que son las casas pasivas
En italiano son casas pasivas pero todo el mundo las llama casa pasiva, en inglés. Sin embargo, el nombre alemán original es Passivhaus.
Este término identifica edificios que cubren casi en su totalidad sus necesidades energéticas a través de dispositivos pasivos en edificios ecológicos.. Es decir, dispositivos que no requieren suministros de energía externos.
Historia de la casa pasiva
Las primeras evidencias de viviendas construidas en nombre del ahorro energético y el impacto medioambiental casi nulo se remontan a principios de los años setenta del siglo XX. Los primeros edificios con paneles solares e intercambio de aire mecánico se construyen en Dinamarca y Canadá.
Ma 1988 es el año del punto de inflexión. El concepto de casa pasiva nació del encuentro entre el físico alemán Wolfgang Feist y el investigador universitario sueco Bo Adamson. Los dos edificios diseñados con recuperación de calor rinden un 90% más que los existentes en ese momento.
La primera Passivhaus se construyó en 1990 en la ciudad alemana de Darmstadt, donde se fundará el Passivhaus Institut en 1996.
Es un paso fundamental. Las casas pasivas están reguladas mediante un reglamento. Además, se desarrolla un software para el cálculo energético de edificios. Y el concepto de casa pasiva comienza a abrirse camino en el mundo de la construcción.
Los últimos años
Gracias a un nuevo enfoque global en el ahorro de energía y la protección del planeta, es en los últimos años que las casas pasivas realmente se están haciendo un nombre por sí mismas.
Hasta la fecha, hay una veintena de conferencias internacionales, más de 40.000 edificios construidos y diversas campañas de seguimiento patrocinadas por la Comisión Europea.
Cómo funcionan las casas pasivas
Feist y Adamson trabajaron en conceptos ya conocidos en 1988: aislamiento de las paredes, artefactos térmicos, posicionamiento del edificio para aprovechar la mejor exposición solar, sistema de ventilación para recuperación de calor durante la circulación de aire entre el interior y el exterior. El hecho es, por primera vez, todos estos dispositivos se han coordinado, y se ha añadido el componente no secundario de materiales de construcción de muy alta calidad. Aquí está el secreto detrás del extraordinario rendimiento de las casas pasivas.
Las cinco características de la casa pasiva
En detalles, una casa pasiva perfecta surge de la coexistencia de cinco factores. Veámoslos brevemente.
La primera característica es laaislamiento térmico, obtenido aumentando el espesor del material aislante (unos 30 centímetros frente a los 8-10 de las casas tradicionales) y colocándolo en la capa más exterior de la pared.
Luego está la calor interno, que gracias al excepcional aislamiento aprovecha las pequeñas fuentes de calor presentes en todas las viviendas. ¿Cuales? Por ejemplo, electrodomésticos activos, luz solar que entra por las ventanas, agua caliente e incluso el simple calor corporal.
El tercer elemento fundamental es precisamente el ventanas, que en las casas pasivas cuentan con triple acristalamiento para un mejor aislamiento y superficies mucho más amplias que las tradicionales, para facilitar la entrada de la luz solar.
Forma y exposición son igualmente importantes. Los volúmenes compactos y bien expuestos al sol mantienen mejor el calor y reciben más.
Finalmente, el intercambio de aire, que en la casa pasiva se realiza mediante ventilación controlada. Es un sistema que, gracias a un motor energéticamente eficiente y un dispositivo de intercambio de calor, permite que el aire entrante absorba hasta un 80-90% del calor del aire saliente, antes de circular por el interior. Por esta razón, las ventanas deben mantenerse siempre cerradas en casas pasivas.
Las ventajas de la casa pasiva
Le casa pasiva, generalmente de madera, aportan numerosos beneficios a la persona y al medio ambiente.
Entre los primeros, mencionamos la comodidad y la seguridad. Dos de los ejemplos de confort vienen dados por la homogeneidad de la temperatura interior y por el aire constantemente limpio. Y en lo que a seguridad se refiere, piensa en primer lugar en las propiedades antisísmicas de la madera, o en la eliminación de diversos riesgos si quieres construir un edificio sin sistema de gas.
En cuanto al medio ambiente, la alta eficiencia de las casas pasivas reduce drásticamente las emisiones de CO2, y los materiales de construcción son casi en su totalidad renovables y reciclables.
oferta Cómo construir una casa pasiva en la zona mediterránea- Piraccini, Stefano (Autor)
Casa pasiva: ¿qué pasa con los costos?
La mayor limitación de la casa pasiva es sin duda el elevado coste inicial. Sin embargo, es una inversión. De hecho, se ha calculado que una casa pasiva necesita en promedio 1,5 litros de combustible (equivalente a unos 15 KWh) por metro cuadrado, frente a los 10-12 litros de una casa tradicional.
Un ejemplo concreto: la primera casa pasiva construida en Italia, una casa de madera de tres plantas sobre una superficie total de 600 metros cuadrados, en el primer año tuvo un gasto de apenas 100 euros por consumo, incluidos los gastos de calefacción.
Tal vez sea solo cuestión de tiempo y de acostumbrarse a una nueva forma de vivir la intimidad de su hogar.