Ya parece gastado decirlo tanto, pero hace 44 años (1 de abril de 1976), dos tontos ingenuos que querían hacer algo que les apasionaba y un amigo de Atari (Ronald Wayne, que vendió su participación en Apple dentro de unas pocas semanas) fundó una empresa que cambiaría el mundo... varias veces.
Lo que empezó como una tarea artesanal hecha a mano por Steve Wozniak y vendida por Steve Jobs, ha atacado en pocos años a los negocios, la educación, las artes...
Tocó techo y perdió empresa, estuvo a punto de perder el sector educativo (perdió hegemonía), y resistió en diseño y artes gráficas, creación musical y video y ciencia.
¿Por qué la gente siguió usando computadoras Apple?
Es cierto que las computadoras compatibles con Windows terminaron siendo más rápidas, más baratas y con una oferta de software que los usuarios de Apple ni siquiera podían soñar.
Sin embargo, la fidelidad a la marca de la manzana mordida ha resistido las tentaciones, basándose fundamentalmente en un único motivo: la tranquilidad.
A pesar de pagar más por computadoras más lentas, tener menos software que las computadoras con procesadores Intel, el diseño del sistema operativo hizo que los programas funcionaran sin problemas por más tiempo, y su pequeña participación de mercado los convirtió en un mercado poco atractivo para los creadores de virus y otro software malicioso.
El paso de los años ha aumentado las fortalezas de macOS, con la base UNIX que ahora usa, acortando significativamente la brecha entre el software disponible en ambas plataformas.
Si a esto le sumamos el diseño industrial superlativo de sus productos y una imagen de marca prácticamente impoluta, cultivada con respeto a la privacidad de sus usuarios, con el medio ambiente, con la diversidad y con la integración, la hace cada vez más atractiva para más personas… sin renunciar a su etiqueta de “lujo accesible”, es decir, márgenes operativos que son la envidia de muchas industrias.
Música, cine, movilidad...
El iPod ha cambiado definitivamente la forma en que escuchamos música, acabando con toda competencia (barata y cara) y -como daño colateral- arrasando con la compra de medios físicos, iniciando la deriva hacia el consumo de música en streaming que nos ocupa hoy en día. Algo de lo que estoy seguro que Steve Jobs, aunque eminentemente pragmático, se arrepintió (y aguantó durante mucho tiempo, permitiendo la ventaja de Skype).
Con Apple TV lleva tiempo liderando la nueva etapa del alquiler sin medios físicos. Solo Netflix ha sido capaz de dar el salto de un videoclub a un sistema de visionado online y a pesar de tener un modelo de negocio insostenible (por su coste en relación a los ingresos), ha sabido explotar sus cartas para consolidarse en la vanguardia. .
Sobre el iPhone hay poco que añadir que no se haya dicho ya: aquel producto que se presentaba como iPod, navegador de internet y teléfono, hoy es mucho más y ha vuelto a arrasar en sectores que parecían intocables años atrás.
Sistemas de navegación por satélite (i.e. Maps), cámaras, comercio, la lista de productos y servicios que hoy en día se integran en el iPhone y que antes requerían de un dispositivo físico o tienda específica, es muy larga y sigue absorbiendo cada Año Nuevo, como un aspiradora que no tiene límites.
El futuro de Apple
Los servicios, ya sea crédito, juegos, entretenimiento, lectura (¿cuándo suscribirse a Libros?) ya han dado sus primeros pasos.
La realidad virtual está cada vez más cerca de transformar la forma en que miramos lo que nos rodea, viajamos, hacemos turismo, aprendemos….
El coche… ah, el mito del coche…. algún día llegará, con sus baterías recargables eléctricas y solares, su sistema de conducción inteligente, sus avanzadas capacidades de seguridad...
La casa inteligente. Si durante un tiempo el “hobby” de Apple fue Apple TV, podríamos decir que ahora es HomeKit. Existe, algunos lo usan, pero no recibe mucha atención de Cupertino. Si un día, como el ojo de Sauron, Apple fija su mirada en la casa y pone toda su capacidad de innovación al servicio, su poder transformador se sentirá en toda su intensidad.
Mientras tanto, levantemos nuestras copas de prisión por estos años que Apple nos ha permitido disfrutar usando un ordenador, un reproductor de música, una consola multimedia, un teléfono… donde seguirá siendo fuente de cambio social, ojalá para los mejor.