Francia está impulsando cambios en la inminente regulación de las grandes tecnologías en la Unión Europea, lo que facilitaría a los gobiernos sancionar el mal comportamiento y aumentar su control sobre el contenido, informa el Financial Times.
La ley de servicios digitales, presentada en diciembre de 2020, fue diseñada para procesar el contenido digital ilegal en la Unión Europea, obligando a las empresas tecnológicas a eliminarlo rápidamente o enfrentar fuertes sanciones.
Francia ahora quiere cambiar la ley de servicios digitales (ley de servicios digitales) que permite a cada miembro individual de la UE sancionar tecnologías clave y obligarlos a eliminar contenido de sus plataformas. Actualmente, solo los países europeos donde se encuentran las empresas de tecnología pueden solicitar el cumplimiento de las leyes de la Unión Europea.
Por ejemplo, Apple, Google y Facebook tienen su sede europea en la República de Irlanda. Esto significa que, como dice la ley, solo Irlanda tiene el poder de multar a dichas empresas o solicitar que eliminen el contenido. La propuesta de Francia daría a los 27 miembros de la Unión Europea la capacidad de penalizar o controlar a las grandes empresas tecnológicas de la misma manera que Irlanda.
Sin embargo, el temor de que la propuesta de Francia pueda erosionar el mercado único de la Unión Europea, ya que con la reforma propuesta, las empresas estarían sujetas no a una sola autoridad, sino a 27 administraciones diferentes, cada una con su propia agenda y prioridades.
Francia también quiere otros cambios en la ley de servicios digitales que le permitan 'incluir otro tipo de contenidos problemáticos', incluidos aquellos que promuevan la desinformación o sean perjudiciales para las personas, 'ampliando el abanico de lo que se entiende por 'contenidos ilegales'. la ley tiene el objetivo de controlar.
La Ley de Servicios Digitales va acompañada de la Ley de Mercados Digitales, que exige que las grandes empresas de tecnología compartan sus datos con la competencia, permitan la desinstalación de todas las aplicaciones y no den preferencia a sus aplicaciones y servicios. Las empresas que no cumplen las normas se enfrentan a cuantiosas multas, que alcanzan el diez por ciento de los ingresos anuales de la empresa o incluso abandonan la zona europea.
No parece un buen momento para estar en el negocio de las redes sociales...